¿Por qué preferí un reloj analógico que un iWatch?
Sin duda alguna, los llamados iProducts son un rotundo éxito, al contar con un sistema operativo que resulta ser muy intuitivo, cómodo, y bueno, si somos honestos, tener uno de los productos de la manzanita te hace tener (O por lo menos demostrar) cierto status social ante las personas.
Pero llega un punto en que las cosas que tomamos como viejitas sueles destacar entre todo un mundo de tecnología, ya sea por la resistencia, simplicidad, y en algunos casos, hasta la comodidad.
Elegí un reloj automático analógico sobre los ya mencionados Apple watch por simples razones; una de ellas, las resistencia. El iWatch al ser un reloj con pantalla táctil se convierte en un punto débil de este dispositivo; cualquier impacto considerable, ten por seguro que tendrá repercusiones considerables en la estructura y en el funcionamiento del iWatch.
Otro punto por el cual me inclino hacía los relojes convencionales es la resistencia al agua; claro que el iWatch se ha puesto como tarea aguantar sumergirse al agua cada día un poco más, pero si comparamos su resistencia con la de mi reloj, la diferencia es considerable. Mientras el iWatch resiste unos 15 mts. Aproximadamente, mi reloj puede resistir hasta unos 100 mts, bajo el agua.
Además, para ver la hora en el iWatch tienes que inclinar el brazo a cierto ángulo para que el reloj detecte que quieres ver la hora, y a veces nos encontramos con ocasiones en que esto no es muy cómodo o muy factible, como en una junta o cuando vas sujetado de los pasamanos en el suburbano.
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